
Freire sustenta una pedagogía humanista y espiritualista. Humanista porque centra en el hombre toda la problemática educativa siendo el objetivo básico de ésta la humanización.El punto de partida en el cual se inicia la liberación del oprimido, viene dada en primer lugar en su alfabetización en la cual comienza un camino de conocimiento crítico de la realidad y a asumir posturas frente a ella.Freire invita a los analfabetos a salir de su apatía y del conformismo de su estilo de vida en el que siempre han estado inmersos, propiciándoles un desafío en comprender que ellos también son hacedores de cultura.Cuando un hombre o mujer se percibe como hacedor de cultura, está venciendo, o dando el primer paso para sentirse importante, y surge la necesidad de apropiarse de la lectura y la escritura. Las actividades de alfabetización exigen la pesquisa que Freire denomina "vocabulario mínimo universal". Es trabajando este universo por el cual se escogen las palabras que formarán parte del programa.Estas palabras colocadas, necesariamente, en orden creciente de menor a mayor dificultad fonética, unidas dentro de un contexto más amplio de vida y del lenguaje local y nacional. Estas palabras Freire las denomina "Palabras Generadoras".A través de las palabras generadoras y la combinación de sus elementos propicia la formación de otras palabras. La codificación y descodificación de la palabra generadora permitirán al alfabetizando integrarla en su contexto existencia y objetivarla como combinación de fonemas susceptibles de representación gráfica. Al objetivar de esta manera una palabra generadora, el alfabetizado se motiva no sólo para recomponer y componer nuevas palabras sino también para escribir su pensamiento y así salir de la ignorancia que ha estado sumergido.
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